La Luz de Orión
La Luz de Orión
Somos hijos de numerosas razas estelares, y como tales, recreamos los dramas vividos en sus sistemas para trascenderlos y evolucionar
El sistema estelar de Orión, hacia cuyo cinturón apuntan numerosas pirámides de la Tierra, pasó por una dolorosa experiencia hasta lograr la trascendencia y la iluminación.
Como explica Lyssa Royal en sus libros “El prisma de Lira” y “The Golden Lake”, la civilización de Orión pasó por 3 eras:
- La primera era, la más polarizada y oscura
- La segunda era, cuando la transformación para su sanación comenzó
- La tercera era, cuando lograron la integración y el despertar de la conciencia
En la línea de tiempo que corresponde al “futuro” de la Tierra, Orión ya se encuentra en la tercera era.
En cambio la Tierra en la actual versión de 3D, recién está finalizando la primera era y dando sus primeros pasos hacia la segunda.
En su recorrido de 26.000 años alrededor del centro galáctico, nuestro sistema solar pasa 13.000 años de un lado del ecuador galáctico, y 13.000 años del otro. De estas dos etapas, en una se experimenta la polaridad y la ilusión de la separación, y en la otra la integración y la conciencia de unidad. En el 2012 ingresamos en la segunda.
Durante 13.000 años estuvimos recreando la época más oscura de la civilización de Orión. Su civilización se convirtió en un estado altamente tecnológico y de intenso conflicto espiritual.
Existían tres facciones: los dominantes, que ejercían el control total de la población; las víctimas, que sufrían todo tipo de represión y manipulaciones; y la resistencia, los guerreros espirituales que comenzaron a hacer el trabajo interior para liberarse de la opresión.
El paralelismo con lo que está sucediendo actualmente en la Tierra es absoluto. Los “grupos de control” (que están mucho más allá de los gobiernos), y que representan el 1% de la población del planeta y concentran toda la riqueza, están haciendo su último y más contundente esfuerzo para mantener a la población controlada y manipulada. Ya no era suficiente con convertirnos en adictos a la tecnología y las redes, desde donde llega la programación que las personas absorben sin siquiera notarlo, sino que han ido más allá en su intento de anular por completo la libertad: un VIRUS con el que tratan de mantenernos aterrados, encerrados y totalmente olvidados de quiénes somos: maravillosos Seres de Luz, con potencialidades INFINITAS.
¿Qué pasaría si la población despertase y se diera cuenta que con un aura sana y fuerte no hay virus que pueda afectar al cuerpo físico, porque sería inmediatamente rechazado por el campo energético de las personas?
¿Qué pasaría si nos diéramos cuenta de que la realidad externa no es más que una proyección de lo que tenemos en nuestro interior, y que lo que estamos proyectando es lo que ya hemos vivido en Orión?
Los que están controlando a la humanidad lo saben, y van a continuar el juego que ya están destinados a perder, hasta sus últimas consecuencias. En todos los países se fomenta la división entre los ciudadanos, generando odio, resentimiento y desprecio absoluto por los que piensan diferente: cuarentena o no cuarentena, encierro o libertad, vacunas o anti-vacunas, escuelas abiertas o escuelas cerradas, etc. Las formas que han encontrado de dividir y enfrentar a la sociedad son infinitas. No podemos escucharnos, no nos respetamos. “Divide y reinarás”.
Mientras continuamos peleándonos y enfrentándonos entre todos, el grupo dominante aplaude feliz, viendo cómo nos desviamos de la gran tarea que tenemos por delante: integrar la polaridad para poder ingresar definitivamente en la Era de la Luz.
Estamos aquí por nuestra propia elección. Y cada uno puede hacer su trabajo interior para marcar la diferencia. Todos los maestros ascendidos, ángeles y seres de luz nos apoyan.
Nos hemos estado preparando para este momento durante mucho tiempo. Los barrotes de la celda no existen, los creamos nosotros. SOMOS LIBRES.
Ya lo logramos en Orión, lo lograremos aquí también. Sólo debemos conectarnos con LA LUZ DE ORION.
Namasté
Chrishia Nadys